miércoles, 6 de agosto de 2008

ESTA VEZ SERIAMENTE


Si bien me la paso escribiendo pelotudeces, esta vez esperé un tiempo prudencial para hacerlo y lo hago hoy porque definitivamente creo que mi relevamiento y estudio del tema que expongo se agotó. Encuesté gente de variadas edades, seguí rastros, pistas, y dialogué con los seres a los que hoy voy a encuadrar, según sus propias definiciones, en nuevas tribus urbanas.

El alcance de este trabajo se limitó a algunas áreas de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, desconozco el panorama en el interior del país pero no puedo financiarme un tour para averiguar más.

Los emos, floggers, cumbieros, góticos y demás grupos de tribus ya son historia, no manifiesto que han desaparecido o que lo harán, pero las nuevas corrientes vienen creciendo con muchísima fuerza y tomarán por asalto el liderazgo que ostentaban los anteriormente mencionados.

Fase 1 del estudio antropológico – Las mutaciones.

Los “emos” han comenzado a mutar. El primer cambio nace de la burla de la que son objeto y de la carencia de sorpresa e innovación en sus argumentos. Hoy los “humos” son una fracción importante de “emos” que buscando un touch de originalidad se han apartado de los llorones puristas. Si bien los “humos” lloriquean han tomado del antiguo testamento la práctica de esparcir cenizas sobres sus cabezas y espolvorear todo sitio por el que transiten. En los lugares donde se reúnen se cachetean las nucas unos a otros sin dejar de llorar y así levantan pequeñas nubecitas de polvo. Polvo inofensivo ya que es difícil conseguir ceniza todos los días y la han reemplazado por harina o talco. Los “humos” ven con agrado si cualquier transeúnte les arroja ceniza de sus cigarrillos en la cabeza y pueden llorar de alegría si además de eso les apagan la colilla en el cuero cabelludo. La quemadura les facilita el llanto y luego de quitar la colilla ya tienen ceniza para espolvorear. No usan cilicio porque desconocen que es y donde se consigue pero con harina y talco la llevan bastante bien. Suele verse grupos de “humos” en las góndolas de perfumería en los supermercados o en las puertas de las panaderías entrada la madrugada. Cuando las bolsas de harina de descarte son sacadas aprovechan para hundir sus cabezas en ella y continuar cacheteándose mientras lloran. La apariencia de ancianos que sus pelos blancos les dan los pone en sintonía con la proximidad de la muerte con lo cual mantienen algo de la filosofía original. Días pasados en el cementerio de Lomas de Zamora fueron detenidos dos adolescentes que introducían sus cabezas una y otra vez en la chimenea del crematorio. Fueron descubiertos por el personal del crematorio cuando intentaban revisar que había tapado la salida del horno al exterior. Luego de cagarlos a patadas en el culo y hacerles espolvorear las cabezas a cachetazos fueron trasladados por un móvil policial a la delegación primera de Banfield, siendo liberados a las pocas horas cargados aún de polvo pero en el ano. Varios privados de la libertad pedían que volvieran que con gusto les seguirían dando motivos para un llanto prolongado.

Más alejados de la filosofía “emo” original se encuentran los “homos”. Esta fracción tiene la peculiaridad de llorar al hacerse penetrar por otro de la misma corriente quien a su vez llora cuando la coloca. Resumiendo, ambos lloran ya sea poniendo el culo o sirviendo. En mi criterio no son otra cosa que putos nuevos y nada más que putos nuevos. Cuando la dilatación anal ya no les ocasione dolor los “homos” seguramente se inclinarán por romperse el culo con algo más grueso hasta que se les sequen los lagrimales.

Han mutado los floggers también y no ha causado sorpresa. La ridiculez extrema de estos descerebrados no podía ir más lejos, no se podía ser más idiota por lo que “evolucionaron” unos y empeoraron otros. La mentada evolución no hace referencia a una mejora en sus estúpidas costumbres, pero ha sido tan penoso el empeoramiento de algunos que los que continúan su derrotero flogger parecen avispados comparados con los que se desbarrancaron definitivamente. El asombro y las dudas que les ocasionó ver que fuera de sus monitores, viviendo sus amaneradas rutinas en las calles, eran víctimas del oprobio y la carcajada feroz de la gente no los amedrentó sino que los impulsó a tirarnos en la cara su filosofía flogger de manera desafiante. Fui testigo del triste hecho luctuoso que se dio en el cruce de Camino Negro e Itatí cuando un grupo de unos 10 retrasados desafió al mundo bajando de un auto cubierto por una bandera que rezaba “Aquí nadie puede ser flogger” y comenzando su coreografía maravillosa frente a las canchitas de fútbol atestadas de paraguayos indocumentados. Demoraron estos últimos unos 5 minutos en advertir a los barbies saltando al ritmo de la música vomitiva, acto seguido, quizás motivados por una ira nacida en lo que ellos estimaban una penetración cultural no deseada cruzaron el Camino Negro trepando sobre los autos. Los floggers mantuvieron su coreografía todo el tiempo que pudieron mientras los paraguas se arrojaban a sus pies fracturando sus tobillos implacablemente. Los ruidos secos de huesos rotos se oían claramente pese al gran volumen de la música que salía desde el rodado. Cuando el auto fue desvalijado y posteriormente quemado, los ruidos se oyeron con mucha más claridad. Nunca ví tantas fracturas expuestas en años de ver fútbol. Retorciéndose en el piso los tristes payasos parecían seguir danzando, ya que su danza se asemeja a las contorsiones de alguien que tiene problemas motrices. Y estos movimientos enceguecieron aún mas a los futbolistas quienes comenzaron a saltar sobre sus cabezas, torsos, y bellas caritas de castañitas de cajú. Nueve de los 10 boludos están en coma profundo en la Clínica Espora y el pronóstico de los facultativos no es esperanzador, el restante, quien no había sufrido fracturas aún no pudo ser hallado pese a los rastrillajes de los efectivos policiales en la zona de Villa Albertina. Se pide a la población que si sabe del paradero de un adolescente de tiernísimos 16 años, rubiecito, muy parecido a Claudia Albertario, refinado y de voz muy dulce informe a la policía, aún después de cojerlo.

Fase 2 del estudio antropológico – Las nuevas tribus urbanas

¿Llegan para quedarse?, Es imposible saberlo, pero llegan y esa es la cagada. Tenemos a los “arré” que son grupos de peoncitos rurales quienes arriando y arriando tomaron el vocablo que pronuncian 4.657.234 veces por día para darse nombre. Se reúnen alrededor de fogones escuchando a la Sole o Los Nocheros y no salen de los campos donde son esclavos. Algunos tuvieron oportunidad de repartir panfletos durante los meses que duró el paro del campo pero el malhumor de los demorados en las rutas hizo que varios de los boyeritos fueran cagados a patadas en el culo dejando así la campaña publicitaria y limitándose a sacar un pequeño aviso en la revista “Chacra”. Siguen los “Potter”. Estos son obviamente seguidores de la saga estúpida del mago fanfarrón y visten con túnicas, lentes nerd y la infaltable varita. No se sabe bien donde se congregan aunque algunos han sido detectados en circos de barrio. Su otra fracción, los “Putter” son exactamente igual pero le dan a la varita un uso escatológico que no viene al caso mencionar. Los “Blackies” no son otros que los mismos negros de mierda de siempre que ahora le agregan vestimenta de Hip Hop a su rutina cumbiera, no les gustaba el mote de negros y se han denominado “Blackies” ... pero como dije son los mismos negros cabezas hijos de puta de siempre. “Ras-ks” no son lo que el nombre pareciera dar a entender. No son linyeras, ni rotosos o desamparados sino simplemente parásitos. El nombre de la agrupación debe decantar de la práctica insoportable de rascarse las pelotas todo el tiempo. Estas alimañas chupa sangre se reúnen en cualquier lado ya que sobreabundan. Por eso pueden encontrarse en un colegio, en una facultad, en una plaza o en nuestros hogares. En todo este detalle no hago distinción de sexo porque son exactamente la misma mierda unos y otros. Los “In” no son otros que los indocumentados provenientes de Paraguay, Chile, Bolivia, Perú etc., etc., que han dejado de lado los resquemores naturales entre sus razas para formar un bloque homogéneo que les permita reclamar una obra social propia, un subsidio porque si y el libre robo y asociación ilícita en un país que les abre las fronteras pero que no les da oportunidad de desarrollarse intelectualmente a la par de cualquier argentino nativo. Siguen los “Prayer” que son aquellos monaguillos víctimas de abuso sexual que buscan denodadamente poder empomarse a alguien y emparejar la ecuación que hasta aquí les ha resultado desfavorable. Sus objetivos son los párrocos pero no reniegan de sodomizar a otros para ir adquiriendo experiencia. Provocan muchísima desconfianza, sus caritas lo dicen todo. Los “100bitters”, este grupo es minúsculo y se lo encuentra fácilmente en Avellaneda, alquilando cancha. Un bitter es fácilmente reconocible por su eterna cara de culo, el bitter solo habla del pasado y su pasión es insultar y aplaudir a sus ídolos al mismo tiempo. Bien fresquitos han aparecido los “jóvenes K”. Bajo esta tribu urbana se nuclean los “Ras-ks”, los “Blackies”, los “In”, los ... los reverendísimos hijos de puta que no quieren trabajar y desean vivir eternamente lamiéndole el culo a algún puntero para que no falte el vino en la mesa del trabajador argentino que pugna en su lucha obrera contra el gorilismo capitalista ...

Creo que absolutamente todas estas tribus urbanas son el resultado de una política de estado a la que le es absolutamente funcional tener generaciones perdidas desde el mismo nacimiento. De todos modos, como es casi imposible colgar en Plaza de Mayo a los políticos se puede empezar aniquilando a estos soretes mal nacidos leyéndoles mucho, hablándole de cuestiones filosóficas, inculcándoles el arte, etc., etc.

Yo busco una tribu urbana en la que congregarme, por ahora permanezco en la manito del diablo.

1 comentario:

ACACIA dijo...

Cuando leí el título del post casi me lo creí. Empecé a leer - ¡engañada! - para corroborar la certeza del mismo.
Pero no. Y sin embargo, no me sentía defraudada. En el segundo párrafo ya me estaba cagando de risa. Y largando carcajadas de oración en oración.
jajajaja vos seguí escribiendo, porfi, y yo te hago la crítica jajajaja. No sé si servirá para algo, pero por lo menos es definitivamente divertido.

Saludos,
Acacia

p.d.: Me atrevo a sugerirte una tribu: 'los escritores en vía de extinción'.