martes, 17 de junio de 2008

ENSAYO SOBRE VERDADES AL "DESNUDO"


Hay tela para cortar, cosas para discutir, mentiras históricas que sacar a luz definitivamente y por supuesto exposiciones por demás polémicas. Cuando se trata un tema sobre el que la subjetividad está presente en cada declaración como una sombra eterna, explotan los que refutan todo, los que refutan algo y los que refutan porque no pueden mantener la boca cerrada.

Sucederá, y nuevamente aclaro... NO ME INTERESA, que me tilden de “absolutista”, “machista”, “feminista”, “puto”, “hijo de puta”, “aborto”, “totalitario”, “extremista”, “acomplejado” y de “pelotudo” (aquellos con un mayor poder de sintaxis). Pero se me ha instalado en la cabeza la necesidad de escribir sobre este tema y nunca me detengo. Me pregunto por qué escribo estas cosas y porqué lo hago como si a alguien le interesara leerme y no encuentro explicación. Tampoco me importa, siempre termino pidiendo que me impriman el ensayo y lo disfruto solo. Juro que consigo reírme de lo que escribo, son muchos aquellos que escriben a los cuales sus escritos les agradan aunque nadie comparta los mismos.

Pero nos sucede, a los que pasamos por estas cosas que sentimos que alguien invisible, incorpóreo o etéreo disfruta de cada frase. Y esto es real, por eso se lo dedico a ese “algo” que sé que está allí (Esto es suficiente motivo para que me cataloguen además de “Enfermo Mental”).

Este ensayo está enfocado claramente hacia lo que las mujeres y los hombres consideran “bizarro”, “aceptable”, “desastroso”, “inadmisible”, “inalcanzable”, “descartable”, “utópico”, “mal menor”, “es lo que hay”, “todo vale” en materia de relaciones afectivo-sexuales con el sexo opuesto o el mismo sexo, ya sean seres humanos, plantas o mascotas.

Comienzo por aclarar que la subjetividad tiñe absolutamente todas y cada una de las palabras, frases y conclusiones. El puntapié inicial para esta afirmación podría ser el hecho significativo de que hay hombres que buscan mujeres gordas porque les place mientras que otros prefieren darle de comer a las vacas en la granjita del zoológico de la ciudad. Hay quienes buscan mujeres flacas, altas y estilizadas mientras que otros primero se detienen en el talle de corpiño que usan.

Escribo obviamente desde la mirada de hombre, me voy a animar con la mirada de las mujeres sobre el tema pero creo que serán declaraciones ultra subjetivas ya que nunca se sabe a ciencia cierta que mierda desean las mujeres.

El hombre, contrariamente a la mujer, se hunde en el acto sexual con voracidad instantánea del mismo modo en que se dispone a tener sexo sin demasiadas insinuaciones o señales ya que es hipersensible a la motivación.

Existe la confrontación de gustos de todos modos y tenemos al que le resulta imposible endurecer su “Isoca” (Del libro “La Isoca y su mecanismo retráctil” del Licenciado Gustavo Cadeiras) cuando tiene frente a sus ojos a una fémina de 80 kilos y en alza, y aquel al que la sola mención del nombre “Lía Crucet” le ocasiona una irrigación de sangre tan vertiginosa, que precisa de golpes de palo de escoba en el falo para relajarse.

Hasta aquí he repasado rápidamente al hombre y su comportamiento con la mujer en lo estrictamente referido al sexo, quedaría echar un vistazo sobre el comportamiento afectivo.

El hombre se divide en este campo también en dos grupos, seguramente hay misturas, pero las generales de la ley hablan del hombre amoroso en el comienzo de una relación y posteriormente más parco, menos demostrativo y dando por entendido y sentado que no hace falta estar repitiendo 24 veces al día “Te amo”. Existen, según dicen, los eternos enamorados, los eternos novios, los eternos románticos, los eternos insoportablemente pelotudos que han nacido para esa función. Son genéticamente concebidos así, no lo aprenden, porque es sencillamente imposible aprender a decir te amo, te amo, te amo, te amo de por vida.

Estos luego transforman en “Mami” el nombre de su esposa, y de este punto no tienen retorno. A menos que en un giro del destino peguen un voleo a todo y se escapen con una pendeja 15 años menor.

Creo que un híbrido formado por un 70% del primer tipo y un 30% del segundo dejaría satisfecha a cualquier mujer, aunque a una mujer es imposible dejarla satisfecha jamás. Y desmitifico el latiguillo idiota que reza “Contigo pan y cebolla” porque lo escribió una mujer, dueña de una panadería casada con un verdulero. No sé si tiene lugar en este tramo del ensayo pero me vino a la cabeza y quizás más adelante no lo recuerde.

Declaro firmemente que el hombre es en la mayoría de los casos absolutamente más comprensible y simple que la mujer, los hay complicados, como también hay mujeres simples según algunos relatos mitológicos.

Pero, ¿qué hay de la mujer?. Los pensamientos del hombre están al desnudo, expuestos, no hace falta escudriñarlos para develar ningún misterio, el tipo está parado con su mujer en una estación YPF y sin lugar a dudas le mirará el culo a las empleadas, la mujer lo intuye y lo da por sentado. Los hombres no tienen esa complejidad egipcia de la mujer.

La mujer como todo jeroglífico que se precie, debe ser traducida. Y de una misma mujer los hombres pueden sacar millones de traducciones ya que sus comportamientos varían de manera sorprendente según el ámbito en el que se encuentren, según quien sea su interlocutor de turno, según el nivel de rencor acumulado, según la insatisfacción indexada y por supuesto, varían hasta lo inimaginable cuando está inmersa en una conversación con otra mujer.

Reconozco que en épocas pasadas la imagen de la mujer encerrada en su hogar, criando, limpiando, atendiendo a su hombre y hasta llevando luto eterno si este pasaba al sótano no es una imagen feliz.

Lo decía una vieja propaganda de cigarrillos que mostraba ese pasado y un presente que hoy ya es viejo también, el slogan era “Has recorrido un largo camino muchacha...”

Hoy la mujer ocupa cargos a la par de cualquier hombre, ha superado al hombre en miles de especialidades, se ha desdoblado, es madre y trabajadora, madre y esposa, esposa, ... y amante. Porque la mujer hoy es la orgullosa poseedora del 70% de las infidelidades en una pareja, y es un dato comprobable por mediciones de todo tipo.

No busquen estos índices en Utilísima, en las revistas escritas por y para mujeres porque es descarado el manejo de la mentira en esos pasquines.

Hoy la mujer se ha destapado definitivamente, en épocas medievales la doncella debía casarse con el esperpento de turno cuyo padre era Rey del reino de la gran Mierda, y el no hacerlo le significaba el oprobio y luego la muerte. Primero un poquito de oprobio (vergüenza, degradación, ignominia, deshonor, descrédito) después si, al cadalso.

2006, la mujer manda y aunque no lo admita sabe que tiene ese poder. Lo supo siempre, el refrán “Un pelo de ....” ¡fue escrito por una mujer señores!, Doña Catalda García González, española radicada en Argentina desde los 9 años.

Las mujeres hoy son selectivas, calculadoras, frías, inmisericordes, y está bien. No está bien que no lo admitan. Siguen tirándose encima el chal del suplicio cuando revolean la chancleta si la ocasión vale la pena. Siguen con sus argumentos de fidelidad y castidad aún cuando volteen más muñecos que Bakari Kone el número 14 de la selección de Costa de Marfil.

Entré en un terreno del que no es fácil volver por lo cual es mejor empantanarse definitivamente.
Hoy las mujeres pueden refregar sus nalgas o sus caras con el pene de un stripper sin que nadie se rasgue las vestiduras (¿Dije que estaba mal?), pueden colmar los albergues transitorios en el horario de 9:00 am a 13:00 pm sin que a nadie le extrañe, puede llevar una doble vida eternamente y ser Floricienta en casa y Nazarena Velez en la calle (¿Dije que estaba mal?).

Lo que está mal es que nieguen que han igualado al hombre no solo en lo profesional, en lo directivo, sino que además lo han igualado y superado en lo promiscuo y fiestero. El chal de la mujer inmaculada déjenselo a las vírgenes de la iglesia católica que tiene muchas y encima siguen inventando más. ¿Porqué Rodrigo el bailantero era un descontrolado y Gilda una santa?, déjense de joder.

Las mujeres se llenan la boca hablando de que “lo que importa es lo de adentro” y yo opino que lo que importa es cuanto tienen “adentro” y la calidad de "eso". ¿Cuántas mujeres se cruzan por la calle con el hombre que podría hacerlas eternamente felices (Suponiendo que esto se pueda claro) pero como es bajito, chueco, desgarbado o usa lentes apenas si lo esquivan como a un sorete?. Otra absurda y estúpida mentira, es el argumento de las sexólogas de turno que hablan de que no interesa el tamaño del pene, porque aún así si esta teoría fuera cierta, las mujeres preferirían tener el mismo orgasmo con 30 cm de poder envenenados y no 17 humildes cm que consiguen el mismo efecto placentero.

La fama de los negros ha sido creada por hombres, pero las mujeres han adherido a esa teoría y corren tras los morenos como en la búsqueda del Santo Grial. No saben si es mito pero por las dudas hay que cerciorarse. Nota: Es mito y además los negros transpiran como tapires (Y no hay un tinte xenofóbico en esto, ni mucho menos).

A igual orgasmo, las mujeres prefieren acariciar buenos bíceps, tríceps, fórceps, steps y toda palabra terminada en EPS antes que sentir tan solo 65 kilos encima. No interesa que el resultado sea el mismo, el tema para la mujer pasa por lo que ve y toca.

Puede un hombre ser muy elegante, de buen porte, fino y equilibrado físicamente pero si su culo desciende en picada, la elección femenina invariablemente optará por uno igual pero que tenga un buen culo al que aplicarle las uñas.

No entiendo la pasión femenina por el culo masculino, no la entiendo. Si entiendo la mía, pero tengo razones. Tengo algo con lo que puedo intentar actividades con el culo de una mujer, pero ellas (¿?).

Siguen también pavoneándose hablando del intelecto del hombre deseado, tiene que ser culto, tiene que ser divertido, ingenioso, no tiene que aburrirme, y bla bla bla. Pero conozco a millones de hombres que con el humor de Fontanarrosa, la cultura de Dolina, y la locuacidad de Pinti la ven pasar una y otra vez.

¿Pero y el humor y la cultura?, ¿Por qué corren detrás de Laport y no se echan un polvito con Ernesto Sábato?. ¡No mientan más!. Todo lo que hacen está bien, han igualado al hombre en TODO, pero no mientan por favor.

Existen aquellas excepciones claro está, siempre las hay. No sé a ciencia cierta a que obedecen, pero si hombres inteligentes, cultos, divertidos y locuaces han conseguido tener minas siendo considerados por un 80% de las mujeres como “descarte”, ha sido porque han tenido Isoca en abundancia y los han visto meando ya que dada la cultura de estos tipos es imposible que hayan ido a golpear puertas con la bragueta baja para conseguir un cambio de opinión en la negativa sistemática de una mujer.

Y si hemos sido agraciados y bendecidos con la presencia de una mujer a nuestro lado sin haber recurrido a implantes, gimnasios o reconstrucciones faciales, ha sido porque ya no quedaba otro, porque tanto músculo y poco seso las hartaron o porque simplemente de todo lo que conoció venimos a ser quien les induce el vómito en menor medida.

No soy un resentido, ni un apocado. No tiro dardos contra fotos de Mel Gibson o Brad Pitt, no señalo a cada negro que veo por la calle diciendo “- Mirá la cantidad de trapo que se puso en las bolas –“ , no me la mido con el que mea al lado mío en algún baño, no descalifico a los que se desarman en los gimnasios para darles a las mujeres lo que ellas quieren (y en verdad estos tipos aún cuando sufran un derrame cerebral si les preguntan quien escribió el Martín Fierro se llevan a la cama hasta a la más mojigata monjita), ni me desgarro las vestiduras porque la ley del embudo no era un invento de cuando éramos pendejos.

Solo pido que las mujeres asuman que nos han igualado en TODO, y nos han superado también en muchas cosas, en lo “fiesteras”, realmente, no las empatamos ni con Ronaldinho, Messi y Drogbá en la delantera, no las superamos ni con Montoya, Raikkonen y Alonso, no les ganamos ni por puntos con la hiena Barrios, Monzón y Tyson.
Y ahora insulten.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJAJAJA! QUIERO EL LIBRO DEL LICENCIADO GUSTAVO CADEIRAS! XD.
LOLI

Anónimo dijo...

Moy boenoooooo!!!!!

Arielito